jueves, 18 de agosto de 2011

De la Nada al Olvido.



Tenia la sensación de salir corriendo de un momento a otro. La inercia de la acción me llevaba a precipicios de vacio.Me daba la sensacion de que el tiempo corria tan deprisa, tan veloz que me dejaba solitario en el camino. Mi vida se convirtio en un continuo Rito. Un Rito para no olvidarme quien era y reconocerme como el personaje que creia ser. Mi nombre, mi orgullo, mi pensamiento, mis preferencias. Y sobre todo lo demas, mis emociones. Consumir esa rica energia que me elevaba a las fragancias del amor, del Espiritu relleno de luz. Para despues indegestarme de tanta felicidad, empezar a caer en ese desierto suave y armonioso que es el Olvido.



Consumir la energia del rencor y el odio. Sufrir por la Existencia, multiplicarme por cero cien mil veces.Caer en tirabuzon en la podredumbre de la Nada.



EL MITO. Mis adicciones emocionales me condujeron a la resaca del Desamor. Una sobredosis repetida tantas veces, que el colapso me vino con el ocaso de la vida. Luchaba contra mis propias fuerzas. Me dejaba herido en un campo de batalla de tantas muertes emocionales.



El ave Fenix renacia de sus cenizas, como paloma mensajera. El nectar de las emociones era su alimento. Su mensaje blanco y transparente. Renacer eternamente con el pensamiento puesto mas alla de la Intencion.



Me levante de la cama con la resaca de los años, en una ciudad cualquiera, en un hotel desvastado por el Olvido. La angustia de la perdida hizo que mi ansiedad aumentara. Recorriendo las callejuelas y los callejones, encontré lo superfluo de la existencia. La Nada se enamoro de mí y me tomo de la mano. Me miró a los ojos y una lagrima inundo el dia de nubarrones y tristeza. El viaje que emprendí hace años para buscar la aventura del conocimiento se apagaba en cada calada de mi cigarrillo. El bus que me llevaria a otra ciudad cualquiera, me retenia en estaciones de viento, montañas de papel, rios secos, ciudades muertas. La mochila me pesaba en mi alma. Tanto equipaje acumulado atraves de los años, me hicieron lento y taciturno. El Olvido vino con la noche.Todas las cosas, todos los seres perdieron su nombre. El pozo de la negrura me tragó como si nunca hubiera existido.



A media noche llovieron todas las estrellas del cielo. Mi corazón dejó de latir. Las emociones se evaporaron como nectar, disolviendose en el eterno firmamento. Polvo de corazón, Olvido del cuerpo. Un adios en los labios frios de una noche sin rumbo. El aroma amargo de lo desconocido ahogo mi garganta. La sensación de haber recreado una obra de teatro. Al final de la función no hay aplausos sino silencios.! Mentiras, equivocos, creencias! Todo se fue por el sumidero oscuro del Olvido.

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