Todos los dias al salir del hotel, me estaba esperando. Con su sonrisa de ratón. Me miraba y me invitaba a desallunar en su restaurante.
Le petit dejeneur.
-------El señor lo quiere completo: zumo de naranja, café con leche grande y ricas tostadas, pan del Ramadan, con mantequilla, queso fresco y miel.
¡¡¡¡¡¡Sientate por favor!!!!!!
¡¡¡¡¡Estas en tu casa!!!!!!!!
Al terminar con aquellas tostadas y apurar el café con leche. Me miraba con cara de interrogación.
¿¿¿¿ El desalluno.......Bueno??????
¿¿¿¿ Bien.........Tostadas???????
Con una sonrisa le mostraba mis dientes y mi satisfacción.
Al dia siguiente salí soñoliento del hotel. Andaba libre calle abajo cuando oigo una voz.
-------------¡Bon jour!¡ Buenos dias!
¡¡El desalluno bueno. Completo!!!!
¡¡¡¡Sientate amigo!!!!!
¡Era Él! Note algo estraño en su forma de fruncir los labios contra la nariz.
El pan del Ramadan, las tostadas estaban ricas pero duras. Las unte bien de mantequilla, queso fresco, y miel para darles explendor. Inqué mis dientes con fervor religioso. El placer de la miel fue interrumpido por un ¡ Clac!....
Mi diente delantero fue a clavarse para siempre en aquella tostada.
Vino servicial el camarero, me sonrió.
¿¿¿¿¿¿ Buenas las tostadas??????
Le sonreí con mi boca desdentada.
Sus ojos brillarón. Volvió a fruncir sus labios contra la nariz.
Era el ratoncito Perez de la Casbah.
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