miércoles, 24 de agosto de 2011

El Quemado.



Mexico me habia conquistado. El distrito federal. Deefe o DF como le llaman los mexicanos. En esta ciudad estaban todas las energias acumuladas durante siglos. El espiritu Azteca corria por sus calles y avenidas.El Zocalo con su templo Mayor era el epicentro, el chakra de la Tierra.Abierto en plena ciudad.. Viaje por todo el pais en busca de mi Nagual o el animal que representa mi iniciación, el paso a la otra orilla.


Llegué a un pueblecito del desierto de Potosi, llamado Real el Catorce, un pueblo fantasma. Fue mina de plata en su epoca colonial hasta la revolución Mexicana.El turismo de los Chicanos mantenia aun a flote su decrepita existencia.


San Francisco de Asis llego en una burra atravesando sin compania humana el desierto por las montañas. Hoy su imagen es venerada en el pueblo.


Tomé cuartito en una pensión. Mi vecino era un viejo indio Huichol.





------------Buenas tenga el Señor.--------dijo el anciano. Se sento junto a mí en el patio interior.





------------Quisiera ir al Quemado. Ya sabe la montaña sagrada de los Huicholes----Inicie una conversacion.





-------------¡¡¡¡¿EL QUEMADO?!!!!! ¿En mula o en caballo? Hace años que no voy . Mis piernas no me sostienen......¿Ya tiene mula?....------





---------NO. Quiero ir a pie. Soy de un pais donde crecen las montañas. ¡¡¡¡ a Pie!!!!





El viejo indio ,de escasa estatura y melena larga, me miro de abajo a arriba.





---------¡¡¡Que el Señor encuentre lo que busca!!!------Sentenció con su voz.





Me levanté tempranito, apenas amanecer. Tomé el camino que el viejo indio me indicó y comencé una larga caminata.Camino solitario, seperteante entre las vaguadas de colinas delicadas. No era un desierto propiamente dicho, sino un Chaparral. La mayoria de la vegetación eran captacias. El captus mayor era como un arbola. El verdor contrastaba con la roca desgastada de las montañas. Fui penetrando poco a poco el paisaje y embusca del santurario mayor de los Huicholes. La montaña del QUEMADO. Estaba convencido que la reconoceria entre las otras. Habia leido tantas historias de los pueblos Aztecas y Toltecas, que estar alli era como estar en la Meca para un mulsulman.Habia recorrido sus fuentes:La busca del contacto con el Nagual en cualquier rincon del pais era mi camino.Y este camino me llevaba al ritual de iniciación de los Huicholes: El peyote.





-------------¡¡¡Ahi está!!!!------dije en voz rotunda-----¡¡¡El QUEMADO!!!!!---





Subí por la ladera frontal , la mas dificil, para observar bien sus faldas. andé en zig-zag hacia la cima.


"Estoy en el Quemado". En la cima.de lo Sagrado. Pensé y contemplé un paisaje unico.Por un lateral, el Chaparral con su paisaje magico, por la otra vertiente, el resto de Mexico. Encontré circulos de piedras de rituales ya realizados pero uno de ellos aun estaba caliente. las cenizas de la fogata de las ofrendas, tenia monedas, objetos variopintos y una caña de flecha. Me senté sobre una de las piedras del ciruculo grande. Observé, medité y encontré: Un boton de peyote en una de las piedras. Automaticamente pensé.


-------------¡¡¡¡Me lo han dejado para mí!!!!! Los Huicholes de la noche anterior sabian que vendria. Dejé en ofrenda. Mi reloj chapado en oro, era el unico presente que llevaba y mericia la pena. Tomé el poyote y me lo comi. Era tierno, rancio y empalagoso. Lo saboreé con tranquilidad y respeto.
Esperé sentado a que él viniera. Llegó y me puse a caminar Chaparral atraves. Contemplé las montañas como de juguete. Todo estaba a mi alcance. Seguí un camino que solo usan las mulas y me llevo al unico arbol grande y frondoso del Chaparral, en una vaguada..------Un poco de sombra no viene mal----Su sombra me inundo y me sació Todo un Universo bajo sus ramas. Subí a una cota para orientarme con respecto al pueblo. Contemplé las montañas su supé porque son sagradas. Sus piedras enormes estaban escritas con signos que los tiempos marcaron con agua y viento, las rocas contenian el libro sagrado de la sabiduria.
Caminé y hablé con Él. Supé que me protegia. Un grupo de burros me miraron , me acerque a ellos y mantuvimos una conversacion-----Hola amigo¿ que tal tu viaje?---me preguntaron-----¡De maravilla!----- respondí. Nunca pensé que los burros fueran tan gentiles.Andé subiendo y bajando colinas. Subiendo y bajando en el extasis de mercalina.Un pequeño riachuelo me acogió.Bebí sus aguas y todos los poros del cuerpo se abrieron irradiando luz. Me senté en una roca a las afueras del pueblo y la visión llegó. Una ciudad de otra epoca surgio entre sus matorrales. La ciudad de la plata, de mansiones y patios junto al rio, la ciudad que fué el Real el Catorce en su epoca dorada. El ocaso del sol , me indico el final . Me despedí de Él y le di las gracias por tanta belleza. Llegué a la pensión y el viejo indio , sentado en el patio interior, me esperaba. Me miró y su mirada era una pregunta y yo le respondí

-----------------------¡¡¡¡¡¡Encontré lo que buscaba!!!!!!!

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