Llego el otoño por la ventana destartalada de la pasión. La hojarasca del vendaval de su vida , fue cayendo sobre sus dias y en las noches era barrida por el sueño del olvido. Septiembre moria en sus manos, la pasion apagada por el peso de los años, rebrotaba por el simple amor a Eva. Otoño en las sienes marchitas del pensamiento. Marco nunca tubo tiempo para el amor. El huracan de la inconsciencia lo tubo haciendo remolinos sobre si mismo, sobre su afan de matar el recuerdo, retenido en el tiempo.....al final, Marco quedo tendido, exausto, fustrado. Las noches oscuras de octubre fueron apagando las velas que iluminaban los anelos de Marco y solo la lampara tenue de Eva, mantenia la casa iluminada. Fuera , en el abismo, una tormenta que se alejaba, de vez en cuando , el flax intenso de un relampago desdibujaba su rostro y el trueno le palpitaba en su estomago. Dentro , un corazon endurecido por la sequia del amor, una promesa de la cual Marco, no se acordaba. Eva rompio la ventana fragil del deseo y se instaló en su dormitorio. Otoño ahora, otoño en las estancias vacias del recuerdo. Otoño en la noche mas oscura de noviembre. Noviembre en las sabanas blanqueadas por la pasion renacida. Eva se instaló en su almuada y el beso de sus labios transpaso el tiempo del recuerdo. Marco abrio sus ojos y beso a Eva entre sabanas humedas de lluvia dormida. El suspiro de diciembre trajo el olvido y la noche mas oscura apago todas las estrellas. Era tarde, la noche de otoño, la noche mas profunda le dejo dormido y Eva suspiro su aliento, el ultimo aliento del otoño. y de pronto....era invierno.
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